¿Por qué hay un tallo o vena en mi Puro de Tabaco?

Los puros de tabaco finos son hechos a mano y están hechos con dos ingredientes, tabaco y tiempo, y ese tabaco comienza como hojas enteras. En el centro de cada hoja de tabaco hay una estructura lineal gruesa conocida como vena central, es decir un tallo, una parte natural del tabaco de tripa larga.

El sistema vascular de una planta de tabaco es responsable de entregar nutrientes a las células de la hoja. Estos nutrientes viajan a través de la nervadura central central a las venas más pequeñas ubicadas en la hoja. Si bien las venas pueden no ser  nada bonitas a la vista, pueden estar llenas de sabor. Los tallos también. Uno o dos tallos secos dentro del relleno no son motivo de alarma y, de hecho, pueden contribuir a la fuerza, la estructura y la tasa de combustión de un cigarro.

Mientras que a la hoja de tabaco que se convierte en capa se le quita el tallo (quitando el tallo se deja a un tabaquero con dos capas) las hojas que se convierten en tripa conservan parte de sus tallos.

Aproximadamente un tercio del tallo se extrae del tabaco de tripa, lo que da como resultado una hoja que parece un par de ancas de rana. Un tallo de tabaco es más grueso hacia el tallo de la planta, y esta parte es la parte que se quita. El resto de esa hoja, incluido ese trozo de tallo, se enrolla en el corazón del puro de tabaco, el relleno, que se envuelve en una hoja de capote creando un racimo.

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Cuanto más grueso es el tabaco, más grueso es el tallo que queda en la hoja de tripa, por lo que hay algunos pedazos de tallo en sus puros finos. No es un defecto, es solo una parte del proceso de producción.